Arquitectura comunitaria
Vecinos y vecinas de Plaza Bogotá buscan rediseñar la infraestructura de su comunidad
El proyecto consiste en el mejoramiento de la sede de la Junta de vecinos y las platabanda
La Junta de Vecinos Plaza Bogotá del barrio Matta Sur, en conjunto con otras organizaciones sociales y algunos profesionales, están diseñando desde marzo de este año, a través de la adjudicación al Fondo VIME, un modelo de intervención de la infraestructura como vivienda y espacio público para el mejoramiento de la sede de la junta de vecinos y del espacio de la platabanda de la sede de esta.
En la zona típica Matta Sur es una zona de Santiago Centro protegida como zona patrimonial por la Ley de Monumentos no se pueden construir edificios en altura y mantiene sus casas tradicionales.
Amanda Rivera, arquitecta con Magíster en Patrimonio y académica de la Escuela de Arquitectura y, además, vecina del barrio, trabaja junto con sus vecinos con la motivación de intervenir los espacios comunitarios y las casas tradicionales, de acuerdo con su materialidad y sus valores.
Los participantes de este proyecto son principalmente la Junta de Vecinos de la Plaza Bogotá,
en conjunto con muchas otras organizaciones. Entre ellas, una olla común muy activa, organizaciones culturales, patrimoniales, territoriales, una minga de abastecimiento y otras actividades que se dan en la sede.
Como equipo técnico participan Carmen Gómez Maestro, especialista en patrimonio, académica en DuocUC en la carrera Técnico en Restauración Patrimonial, quien va a comenzar a hacer algunas intervenciones en la sede con sus estudiantes. Además, se suman tres estudiantes de tercer año de la Escuela de Arquitectura de la Usach, una practicante de la Universidad de Talca y un practicante de la Universidad Católica
“Esta sede es una casa”, relata Rivera, “como todas las del barrio, pero necesita ser adecuada para recibir los usos como una infraestructura social y cultural”, añadió. De forma que el proyecto busca intervenir la sede para que pueda prestar estos usos.
El diseño del proyecto fue hecho a través de reuniones con todas organizaciones y vecinos interesados. En estas convocatorias se levantaban problemáticas que ellos mismos planteaban, de donde se hicieron los planos base con los estudiantes, sobre lo cual cada uno de los vecinos rayaron y escribieron cómo se imaginaban la nueva sede de junta de vecinos, denotando los distintos intereses que existían.
El proyecto postulará a un Fondart para mejorar los baños y la cocina, que es lo más urgente y poder habilitar de mejor forma el patio, donde se realizan actividades.
Al mismo tiempo, se encuentra en desarrollo la intervención de la platabanda, unas franjas que queda entre la calzada peatonal y la calle, que son una tipología de las zonas verdes que están dentro del espacio patrimonial, donde la gente planta históricamente.
Gestionaron un “puerta a puerta” informando sobre el proyecto, con unas encuestas para saber qué querían los vecinos afuera de su casa. Si bien las platabandas no son propiedad privada, sino un bien de uso público, el objetivo es que exista una vinculación con los vecinos para que haya un compromiso de cuidarlo y que se sostenga en el tiempo.
La arquitecta agregó que tienen “la idea de postular a un fondo para poder ejecutar parte de eso ojalá el próximo año, donde incluiremos otros profesionales con competencias que nosotros no tenemos, como un agrónomo”, comentando que la idea es visibilizar este trabajo para conseguir financiamiento para poder desarrollarlo.
La motivación principal de este proyecto se basa en las ciudades con espacios de arquitecturas tradicionales mal intervenidas, que requieren atención para evitar su deterioro y desaparición. Finalmente, la académica comentó que a futuro “nuestra idea sería hacer algunos talleres para la reparación de viviendas que se puedan expresar en la junta de vecinos, pero que después los vecinos puedan trasladarlas a sus propias casas”.